¿Has escuchado hablar del slow beauty? , o Belleza sin prisa. Es una corriente
que ha llegado para quedarse entre nosotras, y basa su sentido en alcanzar tu
bienestar interno como externo día a día, enfocando tu consumo y acción
desde una mirada más consciente conectada con el cuidado del medio
ambiente, como en uno mismo, tomándote una pausa para ti, ya sea
meditando, caminando, o realizando tu skin care de manera consciente y no
rápida entre otros.
El slow va más allá de los productos de belleza o los alimentos que consumes,
tiene que ver con “tomarte la vida con calma”, hacer un hábito al no correr cada
día, disfrutando independiente de tu situación aquellos momentos de cuidado
personal, en tu ducha, en tu limpieza de rostro, escuchar tu tema favorito sin
adelantarlo y hasta en poner atención en qué kilometraje recorrió el producto
que estás utilizando y sus ingredientes, es una tendencia que valora lo circular,
desde la materia prima hasta quién y dónde se desarrolló, como cuál es el fin
de ese producto, cuál es su alma.
La belleza sin prisa busca romper con el estereotipo de lo perfecto, busca
romper con el estrés de estar siempre good, good y que se rige por la rapidez y
el resultado inmediato de tu tratamientos cosméticos, estéticos o de belleza,
nuestro cuerpo de manera natural y nuestra piel envejece, personalmente no
me gusta ponerle reloj a mi piel ni a mis emociones, siento que ya muchas de
nosotras corremos la mayoría del día, entonces para que estresarte con algo
más en tu vida. El slow beauty o belleza sin prisa, es una invitación a mirarte,
no para criticarte o autosabotearte, es una invitación a reconocer lo magnífica
que eres, así tal cual, y tomar tu cuidado personal desde tus posibilidades de
manera natural y tranquila. Piensa una mujer cuando se embaraza, el bebé
nace cuando debe nacer, no lo apuramos, no lo presionamos y lo cuidamos,
acá es lo mismo, no corramos porque nuestro cuerpo tiene su propio reloj
natural, el que le impone la sociedad con sus estereotipos y redes sociales sólo
llevará a estresarte en algún momento tarde o temprano.
La invitación es a llevar una vida y cuidado que te haga sentir bien de manera
natural y saludable, elegir por ejemplo una cosmética consciente, que
despierte tus sentidos y que de igual manera procure la salud de tu piel, no
cedas a las tendencias de redes sociales, no siempre son reales, aférrate a lo
que tú crees y funciona mejor para ti, que claramente puede ser muy diferente
a lo que a tu amiga le funciona, date el tiempo para ti y tu ritual de belleza.
¡The little time es la clave!, son pequeños momentos del día y gestos que van
en beneficio de tu propio cuidado, como por ejemplo tomar una ducha tibia sin
prisa, aplicar tu gel de ducha sin correr, realizarte tu propio masaje de cabello
como cuándo veías a tu mamá hacerlo, sin prisa ni tiempo y mientras, puedes
regar tus plantas, leer un libro, pon tu celular modo avión, una belleza sin prisa
sólo requiere que estés dispuesta a disfrutar de tu presencia plena con cada
gesto de autocuidado que realices contigo, sé sanamente egoísta en esto, los
otros pueden esperar, fluye, y ve aceptando los cambios del cuerpo y tu
envejecimiento de manera natural y saludablemente, ve con calma y
tranquilidad por tu belleza sin prisa.
Ester Millahueique Martínez
Revisa la columna completa en revista La Vida Moderna
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https://lavidamoderna.cl/2025/slow-beauty-belleza-sin-prisa/